Un conflicto que crece entre silencio y malestar La paralización del Ramal del Colector Norte en Pergamino encendió la preocupación y la indignación en la ciudad. La obra, considerada clave para el saneamiento urbano, permanece detenida por falta de pagos desde abril por parte del Gobierno bonaerense. Las empresas adjudicatarias acumulan una deuda superior a los mil millones de pesos, generando complicaciones financieras y frenando por completo los trabajos. Ejecutada bajo la avenida Hipólito Yrigoyen y contratada por la Dirección Provincial de Obras Hidráulicas, la intervención dejó sectores abiertos, luego tapados de forma provisoria para permitir el tránsito. Desde el obrador, confirmaron que no existe cronograma de pagos ni comunicación oficial. La explicación que reciben es directa: “no hay plata”. Martínez apuntó contra Provincia y referentes locales El intendente Javier Martínez expresó su descontento públicamente en sus redes y, consultado por medios locales, se mostró visiblemente molesto. “Nos rompieron la ciudad al medio y ahora dejan la obra por la mitad”, sostuvo. Además remarcó que el Municipio deberá usar fondos propios para repavimentar las calles afectadas, ya que los vecinos no pueden convivir con calles destruidas. También cuestionó a dirigentes locales del espacio del gobernador Axel Kicillof, a quienes acusó de guardar silencio: “Los concejales y voceros del gobernador de nuestra ciudad deberían explicar por qué les importa tan poco Pergamino”, señaló. Promesas que siguen sin cumplirse Martínez recordó otros compromisos de la Provincia que nunca se concretaron. Entre ellos, el proyecto de la represa y la estación transformadora eléctrica, incluidos desde hace años en los presupuestos oficiales. “Todo queda en anuncios”, apuntó el jefe comunal. Una incertidumbre que molesta Mientras la avenida Yrigoyen será reparada con recursos locales, el futuro del Colector Norte continúa sin definiciones. La situación genera temor por posibles demoras estructurales en la infraestructura de saneamiento urbano, afectando a miles de vecinos. El reclamo, inicialmente impulsado por empresas y ciudadanía, suma ahora la postura firme del intendente, quien exige respuestas concretas de la Provincia ante un conflicto que cada semana agrava la incomodidad social. Una mirada posible desde la opinión pública Para muchos vecinos, la situación simboliza una distancia cada vez mayor entre la administración provincial y las necesidades de los municipios del interior. La preocupación no solo pasa por la obra en sí, sino por la sensación de postergación permanente. TAPA DEL DÍA
